Origen de la papa a la huancaína

 Existen varias versiones sobre el origen de la papa a la huancaína, pero resaltan dos muy populares. La primera de ella comienza a fines del siglo XIX. 

Para ese entonces, dicho plato ya se servía en la provincia de Junín porque su creador compraba la papa en el Valle del Río Mantaro, ubicado en Huancayo-Junín. De allí, le fue otorgado el nombre de “Papa a la Huancayo” y, más tarde, pasaría a ser conocido como papa a la huancaína.

Con respecto a la segunda versión acerca del origen, Jorge Stambury narra en su libro “La Gran Cocina Peruana” que el plato fue creado durante la temporada de construcción del Ferrocarril Central, el mismo que va desde Lima hasta Huancayo.

Los trabajadores de entonces hacían un gran esfuerzo al picar la piedra de los cerros para abrir el camino hasta la ruta del ferrocarril, obligándolos a trabajar a más de 2000 metros sobre el nivel del mar sin parar.  

Sin embargo y a pesar de las condiciones climáticas, ellos tenían las energías suficientes gracias a la colaboración de los pobladores de Huancayo, quienes les proveían de alimentos para seguir con el duro trabajo. 

En esta historia, existieron varias cocineras, pero hubo una en especial que, aparte de coqueta y respetuosa, se encargó de preparar una deliciosa salsa a base de queso que adornaba con huevo como acompañamiento para la papa del Valle del Río Mantaro

Con el pasar del tiempo, los mismos trabajadores empezaron a llamar a la cocinera “la huancaína”. Así fue como su exquisito platillo se empezó a llamar papa a la huancaína, nombre que perduró en el tiempo hasta ser uno de los más consumidos del país.  





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